domingo, 18 de mayo de 2008

el apendice que sobra

EL APÉNDICE QUE SOBRA

El apéndice del hombre tiene mala prensa. Se cree que, como un calcetín viejo, no desempeña ninguna función, por lo que podemos prescindir de él. Su nombre completo es apéndice vermiforme. Ciertamente, una persona puede vivir sin un apéndice. Por razones que aun no están claras, a veces el apéndice se infecta e inflama. Cuando esto ocurre, se puede romper esparciendo el contenido intestinal (jugos digestivos, bacterias, alimento parcialmente digerido y pus de la inflamación) por las vísceras circundantes y crear una situación de peligro para la vida. Por ello si el apéndice se infecta, un cirujano sensato rápidamente lo extirpara, pero ¿Qué hay sobre su función?
El apéndice humano, situado en la unión entre los intestinos delgado y grueso, es un ciego muy reducido. Su pequeño tamaño refleja su pequeño papel, de hecho insignificante, en la fermentación de la celulosa. Nuestro ciego ya no tendrá ningún papel en la fermentación microbiana a gran escala, pero solo porque el apéndice no desempeñe ninguna función digestiva no quiere decir que carezca de función. Las paredes del apéndice tienen mucho tejido linfático, más que el resto del intestino. Como el tejido linfático de cualquier otra parte, el del apéndice examina el alimento que pasa, detectando y respondiendo a los materiales extraños dañinos y las potenciales bacterias patógenas. Resumiendo, el apéndice del hombre es parte del sistema inmunitario.
El hecho de que se pueda vivir sin apéndice no indica que carezca de función. Se puede vivir sin algunos de los dedos, sin bazo, sin un riñón, pero ello no quiere decir que no desempeñen una función. También podemos hablar sobre la moda de extirpar quirúrgicamente las amígdalas inflamadas crónicamente de un niño, porque se creía que podía mejorar su salud. Las amígdalas se sitúan alrededor de la garganta y son los primeros miembros del sistema linfático que detectan la llegada de patógenos extraños que entran con el alimento. Con certeza, los niños pueden vivir sin las amígdalas. Probablemente porque el sistema linfático se desarrollo en algún otro sitio compensándolo, pero las amígdalas desempeñan una función.

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